Otros escalones de esta escalera:
Enrique, el que a todos contentaba
El órdago de Pacheco/Mendoza
Nunca te fíes de un francés
El follón del matrimonio de Enrique y Juana
¿De qué murió Pedro Girón?
La última trucha de Alfonso
Guisando
Lo de Fernando se va definiendo
Isabel se quita la careta
Fernando, en Castilla
El órdago de Pacheco/Mendoza
Nunca te fíes de un francés
El follón del matrimonio de Enrique y Juana
¿De qué murió Pedro Girón?
La última trucha de Alfonso
Guisando
Lo de Fernando se va definiendo
Isabel se quita la careta
Fernando, en Castilla
El rey Enrique dejó sin contestar
la carta de los esposos, como había hecho y antes con otras de Isabel. Al
conocer la noticia de la boda, había picado espuelas hacia Segovia, de vuelta
de su aventura sureña. Fue en la ciudad castellana donde recibió a los
mensajeros con la carta de Isabel y Fernando, a los que despachó sin respuesta
porque, dijo, tenía que consultar con su Consejo. La disculpa le venía al pelo
pues, a la altura de Ocaña durante el regreso, Pacheco se sintió enfermar y
hubo de quedar en la villa toledana nada menos que diez meses. Enrique, pues,
estaba falto de su principal consejero, así pues la disculpa era plausible.