miércoles, noviembre 14, 2018

Después de Hitler (1: el Hundimiento)


Todo el mundo sabe que la segunda guerra mundial en Europa se acabó cuando el cancilller Adolf Hitler se suicidó en su búnker berlinés. Todo el mundo sabe eso, pero eso no quiere decir, ni de lejos, que lo que sabe sea cierto. Aunque mutatis mutandis se puede decir que cuando Hitler se suicidó la guerra estaba acabada (más precisamente: se suicidó porque la guerra estaba acabada), en realidad el proceso que llevó al armisticio fue tortuoso y difícil; tan difícil que provocó serias diferencias entre los aliados. Es un proceso bastante interesante sobre el que merece la pena echar un ojo. Yo, cuando menos, voy a intentar, en estas notas, echar el mío.

lunes, noviembre 12, 2018

Constantino (y 10: game over)

Ya hemos corrido por:

El hijo del césar de Occidente.
Augusto, o tal vez no
La conferencia de Carnutum
Puente Milvio
El Edicto de Milán
La polémica donatista
Arrio


Tiro

En octubre del 335, Atanasio, que la verdad no tenía nada mejor que hacer, se presentó en Constantinopla y pidió ver al Boss. Constantino no estaba allí, pero llegó un par de semanas después. En escena que fue muy conocida y revivida en sermones y libros durante siglos, Atanasio, rodeado de curas de su reata, bloqueó el paso del emperador a su entrada en la ciudad a caballo y le dijo aquello tan hispano de ¿qué hay de lo mío, man? Constantino, quien al principio no reconoció al tipo ése de las barbas (todos le debían de parecer iguales), lo recibió en audiencia, le escuchó, y decretó juego revuelto. El emperador, que no es que no tuviese ningún cargo en la Iglesia sino que ni siquiera era propiamente cristiano, anuló [sic] las conclusiones del concilio de Tiro, y convocó [sic] uno nuevo.