Hemos llegado al post número 1.000
Bueno, pues si todo va bien y he entendido bien las instrucciones de Google Drive, en estos dos enlaces podréis acceder a la encuesta para friquis y encuesta para vagos. Cualquiera de las dos puede ser, por lo tanto, contestada. Ya sabes que la cosa va de definir, mediante los votos, a los cinco personajes más importantes para la Historia de España.
A partir de aquí, si todo lo que te importa es la encuesta, puedes dejar de leer.
En algún momento, en la primavera del año 2006, conversaba yo con mi sobrino, que entonces tenía catorce años y me torturaba un poco con las inevitables ayudas para estudiar los temarios de la ESO y tal. Tuvimos una conversación relativamente larga sobre política, ya se sabe, esas inevitables conversaciones sobre cómo está la cosa, lo que habría que hacer, que si los españoles somos así o asá... el caso es que, de forma un tanto casual, me surgió la idea de saber, con algo más de propiedad, qué nivel de información tenía mi interlocutor para elaborar las opiniones que elaboraba. Así que le pregunté: ¿qué sabes de la guerra civil española? Se encogió de hombros y me contestó, literalmente: «no sé; algo que pasó en 1952, creo».
Aquella respuesta me inquietó. Entonces, además, yo estaba en mi propia fase de descubrir internet, una herramienta que apenas utilizaba para documentarme en el trabajo. No sabía lo que eran las redes sociales y, por supuesto, no participaba en ellas. Una tarde no muy distante de la conversación del párrafo anterior descubrí que había foros de discusión a miles en la red, entre otros de la guerra civil, que era el periodo que en ese momento me atraía más por estar realizando la investigación previa de mi novela. Me apunté a un par y en alguno incluso he estado relativamente bastante tiempo. Pero la experiencia no tuvo nada de positiva. En el 2006 estábamos ya en la fase de intensa polarización en torno a la GCE que se acrisoló, no tanto en el texto, como en la discusión del texto de la denominada Ley de la Memoria Histórica. El hecho de que el pasado histórico se convirtiese en elemento de la discusión social y política, además, atrajo a ese entorno a una caterva de memos bastante importante, que en estos últimos años han escrito, casi todos, libros «divulgativos» sobre la cosa; con lo que, sobre una capa freática de historiografía que a golpe de subvención y sectarismo ya se había convertido en algo intelectualmente cuestionable, se posó esta otra de los sedicentes historiadores mediáticos, todos ellos fibrilándose en los debates de la red.
Lo que más me impresionó de aquellas experiencias en foros abiertos fueron dos cosas, que además están encadenadas. La primera fue la extremada ignorancia a partir de la cual las personas sostenían sus ideas. El primer debate más o menos largo que tuve implicó al general Queipo de Llano y su (según mi interlocutor) presunta falta de recursos en las primeras horas de su operación para hacerse con el control de la ciudad de Sevilla para la rebelión. Según este interlocutor, todos los relatos sobre la pobreza de medios con que había contado Queipo se los había inventado él a posteriori, y añadía que había contado con no sé cuántos miles de soldados para sus operaciones. Tras mucho porfiar (porque no fue fácil), mi interlocutor acabó informando de que el dato estaba en no sé qué libro, que consulté, y en el que pude ver que la dicha cifra se refería a los efectivos con los que había contado, no ya Queipo, sino Franco, cuando avanzó de sur a norte tras haber podido pasar al ejército de África a la península. En otras palabras; mi amable contertulio no distinguía el 19 o 20 de julio de 1936 de, digamos, los principios o mediados de agosto; lo cual, en términos de recursos para los alzados, es, siempre según mi modo de ver, un error garrafal.
La segunda cosa que me impresionó fue la forma con la que, al fin y a la postre, los compañeros de foro, inclusión hecha de sus (teóricos) moderadores, acabaron por recibir las respuestas que yo les escribía que, haciendo uso de mi habilidad con los diez dedos, solían ser bastante largas. Lo llamaron soberbia. A su modo de ver, manejar datos, contestar con datos, expresar que además son bien evidentes, que algunos de ellos no son cosas que se puedan opinar (un ejemplo: no cabe sostener que la afirmación de que las izquierdas abrieron en el 36 las cárceles también a los presos comunes es una invención de las derechas o de la historiografía franquista, porque entre otras cosas lo cuenta, negro sobre blanco y sobre la cárcel de Oviedo, Pasionaria en sus memorias) significaba desempeñarse con soberbia. Confieso que me llama mucho la atención esa mutación de España, que no sé muy bien cuándo se produjo, merced a la cual quien estudia y hace los deberes es un soberbio, y quien sostiene sus ideas en la nada resulta ser su víctima. En cualquier impostura intelectual que de tal se preciase, el primero habría de ser felicitado y el segundo, ridiculizado. Pero el mundo, por lo que se ve, ha caído en manos de los ridículos, que votando a tipos tan ridículos como ellos consiguen que la ridiculez adquiera timbre de actitud sana y respetable.
Todas estas cosas fueron las que me llevaron a abrir este blog. Quería, y creo que lo he conseguido cuando menos en buena parte, crear un espacio donde no sólo el conocimiento, sino el debate sobre la Historia se puede plantear en términos razonables y civilizados. Cierto es que la red es la red, y pronto me tuve que descabalgar de mi primera intención naïf de dejar los comentarios libres y abiertos, porque hoy en día no se puede evitar que los retrasados mentales, con todo el tiempo que tienen, acaben por localizar tu esquina en la red y empiecen a contaminar los comentarios con troleo de diversa naturaleza. Aun así, edito poco; yo creo que los lugares de internet se retroalimentan mucho, y las gentes que van buscando bronca, cuando no la consiguen, abandonan pronto, porque las posibilidades de lograrla en la red son innúmeras. De hecho, debo confesar que, a menudo, espío en Google Analytics de dónde viene gente que acaba en el blog y me encuentro enlaces a algún que otro foro de discusión; me enlazo al dicho foro y me descojono un rato leyendo las cosas que en «el mundo libre» se escriben, madre mía...
Después de siete años, estimo en aproximadamente 3.000 páginas lo escrito, incluyendo una novela completa, varios opúsculos, un par de ellos publicados en Kindle. Nunca pensé llegar tan lejos; la verdad es que pensaba que me aburriría después de un mes o dos. Sin embargo, muy pronto me dí cuenta de que la experiencia de la lectura, que ya de por sí es muy gratificante, lo es más si lees para algo. Yo tengo la suerte, o la desgracia, de que la Historia, que es lo que más me gusta leer, no tenga absolutamente nada que ver con mi vida, ni con mi trabajo, ni con mis necesidades. Es una suerte, sí, porque si no vivo de la Historia no tengo el problema de que me pueda convertir en un mercenario intelectual de ésos que cobran subvenciones por escribir libros demostrando que el rey Fruela era un dedicado activista de los derechos de los homosexuales, o que Recaredo albergaba el plan de petar la terra gothorum de molinos eólicos. Pero no lo es desde el punto de vista de que, como escribía supra, en realidad no leo para nada, como no sea para mi propia cultura. Si además tengo un blog sobre la materia, la cosa cambia.
En términos generales, leo tres cosas y escribo una. Tengo el problema de que me cuesta contar anécdotas; esto es lo que lía los textos. Me gusta la historia anecdótica, pero llega un punto en que los hechos hay que situarlos, e investigar, formular, esquematizar y luego describir ese encuadre es, también, una labor molona. Si algo me jode especialmente es estar perdiendo, ya casi sin remisión, la capacidad de escribir posts únicos; casi todo lo que me sale son series de artículos (porque hay mucha gente a mi alrededor comiéndome la oreja con eso de que al lector de internet hay que darle textos muy cortos), y cada vez más largas. Avanzo hacia lo superferolítico.
El blog lo visitan, en temporada normal, unas 800 personas diarias. Algunas de ellas, a base de dejar comentarios, ya están como sentadas en el mismo salón que yo, frente a la chimenea. El viaje intelectual es una experiencia individual que luego se comparte.
Podría escribir eso tan manido de que con una sola persona que haya aprendido leyéndome que la guerra civil comenzó el 18 de julio de 1936, ya me sentiré pagado. Pero, la verdad, es una gilipollez. A día de hoy, yo sigo sin esperar retribución alguna por algo que hago porque me da la gana; y mi sobrino, que ahora tiene 21 años, la verdad, tengo mis dudas de que sepa situar correctamente la fecha de marras. Cosas como este blog son como arrojar un merengue contra el casco del Titanic, porque lo que España necesita, a mi modo de ver, no son personas que intenten sacarla de la ignorancia, sino darse cuenta, ella misma, de que no mola ser ignorante.
Y esto último es algo, que, sinceramente, creo que está muy lejos de pasar. Así pues, aquí seguiremos divirtiéndonos, yo escribiendo y otros, espero, leyéndolo. Y ni más más, ni más menos.
Enhorabuena por este hito alcanzado.
ResponderBorrarMe gusta mucho este blog y sobre todo cómo todo lo que en él se cuenta está tratado en profundidad y respaldado con documentación. He buscado mucho en internet blogs sobre historia y sólo encuentro blogs sobre anécdotas históricas, que supongo que tendrán más público, pero se echa mucho de menos un poco de seriedad. A mi me gustan los artículos con muchas partes, pero soy consciente de que no es lo normal.
Como estudiante de la LOGSE que fui, he de decir que tengo una base muy pobre sobre la historia de España (y del mundo en general), pero leer este blog siempre me deja ganas de saber más.
Espero poder leer otros mil artículos más. Muchas gracias por el blog.
Buenos días y muchas felicidades.
ResponderBorrarEste comentario es solamente agradecimiento puro y duro. Te leo prácticamente todos y cada uno de las entradas de tu blog, antes o después, algunas el mismo día, otras duermen un largo sueño en Pocket antes de que me ponga a ello. Pero siempre me ha agradado el estilo, la independencia y la dedicación. Este blog es admirable. De hecho tengo que rectificarte en una cosa. Si uno sólo de los que aquí entran aprende algo de historia, o le entra el gusanillo, o por cabreo en disconformidad con lo que cuentas se pone a buscar en los libros, en la wikipedia o preguntando a su padre para rebatirte, eso es simplemente un triunfo enorme del que estar orgulloso (lo contrario sí que se sería soberbia). Es cierto que este país necesita darse cuenta de lo ignorante que es, pero eso sólo se cambia granito de arena a granito de arena.
Lo dicho. Felicidades de un asiduo lector y nulo comentador. Y gracias.
Felicidades y Enhorabuena!! Yo sigo aprendiendo cada vez que leo algo en este blog... Y para mi eso es muy importante.
ResponderBorrarEjem, ejem. La GCE empezó el 17 de julio por la tarde. Eso lo sabe todo el mundo.
ResponderBorrar"Eso lo sabe todo el mundo" es lo mismo que decir: tú eres tonto, tío. Quisir el que dice la frase es el tonto, no el que la escucha. Que puede ser, o no, tonto de capirote.
Escribo desde el trabajo, así que simplemente, felicidades por los 1.000. Esta tarde con tranquilidad empezaré con las encuestas.
Y no me olvido de la superlarga.
Saludos
Pues...igual mi opinión es fruto de haber leído algunos libros de gente de esa a la que le pagan por decir esto o lo otro, así que estoy dispuesta a cambiarla sin discutir pero...¿Justiniano no se merecería un poquito estar en la lista? Al fin y al cabo, gracias a el se hizo la compilación del derecho romano clasico, que tras ser recuperado en la Edad Media sirve de base para el Derecho actual...y no solo, en España sino en todos los países europeos con derecho continental...aunque puede ser que esta opinión este sesgada por mi "profesión"...no se, tu que opinas?
ResponderBorrarEn cualquier caso seguro que a cada cual le faltara o le sobrara gente así que...eso solo es mi opinión.
Y otra cosa: gracias por el blog. Es genial. Engancha, aprendo, me entretiene entre tema y tema. Gracias.
No desde hace mucho que descubrí este blog y me encanta. Si usted se lo pasa bien escribiéndolo, adelante y enhorabuena. La verdad es que su labor es digna de elogio.
ResponderBorrarMis sinceras felicitaciones, porque llegar a publicar 1000 entradas tiene su mérito.
ResponderBorrarTambién te doy las gracias por este blog, soy una enamorada de la historia y aún disfruto de la curiosidad de escuchar y leer de quien sabe más que yo sobre determinados temas. Eso para mí es un regalo de agradecer.
Así que, ¿dónde soplamos las velas? ¡Ah!, ¿que no hay tarta? ;D
Un saludo.
lo que España necesita, a mi modo de ver, no son personas que intenten sacarla de la ignorancia, sino darse cuenta, ella misma, de que no mola ser ignorante.
ResponderBorrarEsto grabado en mármol en el frontispicio del Parlamento.
Muchas felicidades JdJ. ¡Espero con impaciencia las siguientes 1.000 entradas! Echo de menos en la encuesta para friquis al apostol Santiago ;)
ResponderBorrarSólo decirte GRACIAS, MUCHAS GRACIAS. Hay cosas con las que no coincido contigo, pero el "curro" y sobre todo la graia que tienes al escribir (a veces con un lenguaje un tanto vulgar, pero bueno) hace que la Historia se haga entretenida. Ya se lo he recomendado a más de 10 amigos. Seremos sólo 800, pero son 800 los que entran cada día. Contando que hay algunos que entran 1 vez a la semana, o cada vez más tiempo, calcula que somos alrededor de 5.000 los que te seguimos.
ResponderBorrarFelicidades, y a continuar.
Enhorabuena
ResponderBorrarMe sumo a las enhorabuenas.
ResponderBorrarHe contestado a las dos encuestas, aunque la larga me ha parecido algo agotadora (no quiero ni pensar lo que ha tenido que ser prepararla). Mi criterio principal: si este fulano no hubiera nacido, ¿habríamos acabado igual o parecido?. Por eso he calificado de esa manera a muchos insignes políticos del atroz siglo XIX.
Para terminar, mi más cálido agradecimiento: este blog es una de las razones por las que no me importa demasiado pagar el ADSL. Te deseo que este estudio 'amateur' de la Historia te siga deparando muchas satisfacciones... y, aunque entiendo perfectamente que prefieras mantener cierto anonimato, cualquiera que se me acerque diciendo "Yo soy Juan de Juan" tiene unas cuantas cervezas pagadas.
¡Salud!... y libertad.
¡Felicidades! Yo tengo poco más de la cuarta parte de ese número de entradas a pesar de haber empezado casi a la misma vez que tú.
ResponderBorrarRespecto a hacer los deberes, te diré una cosita: no sólo las humanidades están sujetas a los caprichos de argumentadores arbitrarios. Las ciencias, incluso las duras, que quizás en otros tiempos impresionaban por la dificultad legendaria de las matemáticas (porque a mi gusto, es más que nada una leyenda), también están sufriendo la invasión de auténticos desnortados que confunden el tener una opinión propia con hacerse defensores de ideas estrafalarias y lo razonable con lo real y demostrado, y créeme cuando te digo que son una plaga. Desde los que no acaban de entender que la homeopatía choca con no pocas leyes químicas hasta estos que se creen que la teoría de Einstein quiere decir que pueden irse hasta Venus con su espíritu.
Mira, un amigo comentaba que es simplemente un signo de los tiempos: http://empollonintegrista.wordpress.com/2009/05/19/epistemologia-cervecera/
Enhorabuena por todo el trabajo de estos años, no te haces una idea de lo que me amenizan el día algunos de tus post.
ResponderBorrarQue sigan siendo muchos más.
"lo que España necesita, a mi modo de ver, no son personas que intenten sacarla de la ignorancia, sino darse cuenta, ella misma, de que NO mola ser ignorante"
ResponderBorrar¡¡¡Cuántas veces he discutido eso mismo con tantísima gente!!!
En España, definitivamente, lo peor que puedes hacer es ir a una reunión, a una discusión, a una conferencia, a donde sea, con datos... ¡DATOS! Ufff Eso te convierte en un pedante, en un soberbio, en que "contigo no hay modo de discutir"... Esto lo he vivido una y mil veces a lo largo de mi vida profesional y personal.
¿Sabes una cosa, Juan? Ahora ya no discuto. Cuando alguien me dice lo de "no tienes ni puta idea de la cosa X, Mac", siendo como he sido yo el autor de la cosa X con mis manitas, ahora digo: "Pues es verdad, no tengo ni zorra idea". Consigo lo mismo, pero al menos no gasto saliva.
ENHORABUENA, Juan.
Es, ha sido y espero que siga siendo muchos años un placer leerte.
Cuando vas a mostrar los "resultados" de la encuesta? Es que me estoy haciendo un cursillo acelerado de los personajes que no conozco para ver si puedo contestar a todos...mi ignorancia es tal que aun voy por la B...
ResponderBorrarA la hora de valorar a los personajes he procurado tener en cuenta tanto si el personaje como sus méritos fueron únicos y su influencia duradera en el tiempo.
ResponderBorrarPor ejemplo Escipión derrotó a Aníbal en Zama y con ello puso fin a la II Guerra Púnica y acabo con Cártago (Vale hubo una III Guerra Púnica. pero reconozcámoslo ahí ya estaba todo el pescado vendido)
Hay quien dice que si Aníbal hubiese vencido la historia hubiese cambiado, pero visto tal y como se desarrolló la guerra, estoy convencido que Roma hubiera seguido lanzando sus legiones hasta acabar con Cartago.
Te sigo aunque comente poco. La historia siempre ha sido algo que me ha gustado aunque no he podido dedicarle demasiado tiempo. Por eso aterricé en tu blog y después compré tu libro sobre la URSS.
ResponderBorrarMuchas felicidades y a seguir con otras 1.000 entradas. Ten por seguro que leeré al menos 800 de ellas.
Saludos.
Cuando descubrí este blog, allá por 2008 o 2009 no pude salir de él hasta que me leí todo lo que habías publicado. Desde entonces no me he perdido ni un solo artículo y he aprendido a amar un poco más la Historia. ENHORABUENA y MUCHAS GRACIAS por estos 1000... y que sean 1000 más, que aquí estaremos para leerlos.
ResponderBorrarEnhorabuena por tu blog.
ResponderBorrarLlevo varios años siguiéndote y reconozco que siempre he disfrutado con él,coincido contigo en gran parte de tus opiniones y puntos de vista, e incluso en que te llamen pedante, soberbio o friki cuando das datos sin mirar un smartphone.
Sigue así, estás en la barra de favoritos de Internet Explorer por algo.