Resumen de lo publicado: Aunque elfos, enanos, hobbits y otras razas se han mostrado unidos en su revolución contra Sauron, el Señor Oscuro, sus primeros actos y movilizaciones en la Tierra Media comienzan a mostrar ciertas desavenencias. Los enanos, sin ir más lejos, critican las protestas de los hobbits, ya que sostienen que son ellos, recios mineros acostumbrados al trabajo duro, quienes tienen que ser los líderes. Por su parte, los Rojirrim de la República Soviética de Pelennor afirman que, como su propio nombre indica, para rojos ellos; que Gandalf-Bendit es un piernas que apenas llega a revolucionario becario; y que la dirección de la guerra les corresponde a ellos.
Los nasgul, mientras tanto, clausuran la Tierra Media durante dos días para ver de calmar las cosas, pero eso en realidad no sirve de nada, porque los revolucionarios se desplazan a Minas Morgul, donde montan el pollo.
-------
El lunes 1 de abril, tal y como se había prometido, las clases comienzan de nuevo. El detalle más importante para esta historia de ese día es la aparición, por primera vez, de un actor importante en Mayo del 68: el SNE Sup, Syndicat National d’Enseignement Supérieur. Se trata de una organización amplísimamente difundida entre los profesores de Nanterre, de tendencia extrema izquierda alejada de la titularidad oficial comunista. De momento, el SNE Sup se limita a sacar un comunicado animando a profesores y estudiantes a intensificar su diálogo sobre los problemas planteados en los últimos días.
Los estudiantes, por otra parte, hacen saber al rector que
el acuerdo tomado el fin de semana de cederles una sala les parece poca cosa.
Ellos quieren, como mínimo, un salón de actos.
De las reivindicaciones, pasan a los hechos. El martes 2 de
abril, por la mañana, más de 1.000 estudiantes (acompañados de 32 millones de
progresistas españoles que, con los años, contarán ésta y otras batallitas
cansinamente) ocupan un salón de actos. Comienza la pegada de carteles por
todas las paredes con eslóganes más o menos imaginativos: uno que llegará muy
lejos (hasta hoy): “El autoritarismo es el paternalismo de los maestros”.
La administración de la facultad deja el salón sin luz, Los
estudiantes contestan dando vivas al Che Guevara (será porque le consideraban
el Señor Oscuro…). Además, se llega al acuerdo de que, si no vuelve la luz en
diez minutos, la asamblea se desplazará a la sede del Consejo de Facultad.
Pasa un minuto, y las luces se encienden.
Habla Cohn-Bendit: “Nos negamos a ser los futuros ejecutores
de la explotación capitalista, razón por la cual hemos boicoteado los exámenes”.
Es la primera vez, por lo tanto, que el Mago Gandalf de aquella movida
reconoce, bien a las claras, que su revolución ha tomado un camino que
instilará casi todas las protestas desde entonces hasta el día de
hoy, especialmente en el ámbito laboral: el principio de que quien protesta (el estudiante que no quiere examinarse
para que le conviertan en un capitalista) adquiere, en ese momento, el derecho
a imponerle la protesta a los demás (impidiendo, mediante el boicot, que
quienes sí quieren convertirse en unos sucios capitalistas, puedan hacerlo).
Veinte años después del final de la segunda guerra mundial, que teóricamente había acabado con esto, regresa la vieja teoría estratégica que impregnó tanto al leninismo como al fascismo, consistente en considerar la revolución como un proceso global y continuado. Por lo tanto, la revolución es todo: no tomar Coca-Cola es hacer la revolución; reivindicar una subida de salario es hacer la revolución; no ver la TF1 es hacer la revolución. En consecuencia, todo acto reivindicativo pasa a ser una pieza de esa misma revolución y, consecuentemernte, además de la propia carga reivindicativa, portará la voluntad de presionar para cambiar las cosas. Hoy nos hemos acostumbrado al concepto de "huelga política", pero entonces no estaba tan claro. En los primeros sesenta, lo que se pensaba, más bien, es que una cosa era hacer huelga para conseguir dos lonchas de jamón en lugar de una en el bocata de media mañana; y otra hacer huelga para socavar el sistema capitalista. De hecho, cuando uno lee las producciones de, por ejemplo, Ruedo Ibérico sobre el enorme proceso huelguístico que comenzó en Asturias en 1961 y acabó extendiéndose a toda España, apenas encuentra el concepto "tumbar al franquismo"; y sí lee mucho sobre jornadas laborales y salarios mínimos.
Veinte años después del final de la segunda guerra mundial, que teóricamente había acabado con esto, regresa la vieja teoría estratégica que impregnó tanto al leninismo como al fascismo, consistente en considerar la revolución como un proceso global y continuado. Por lo tanto, la revolución es todo: no tomar Coca-Cola es hacer la revolución; reivindicar una subida de salario es hacer la revolución; no ver la TF1 es hacer la revolución. En consecuencia, todo acto reivindicativo pasa a ser una pieza de esa misma revolución y, consecuentemernte, además de la propia carga reivindicativa, portará la voluntad de presionar para cambiar las cosas. Hoy nos hemos acostumbrado al concepto de "huelga política", pero entonces no estaba tan claro. En los primeros sesenta, lo que se pensaba, más bien, es que una cosa era hacer huelga para conseguir dos lonchas de jamón en lugar de una en el bocata de media mañana; y otra hacer huelga para socavar el sistema capitalista. De hecho, cuando uno lee las producciones de, por ejemplo, Ruedo Ibérico sobre el enorme proceso huelguístico que comenzó en Asturias en 1961 y acabó extendiéndose a toda España, apenas encuentra el concepto "tumbar al franquismo"; y sí lee mucho sobre jornadas laborales y salarios mínimos.
Danny, personaje de acendrada inteligencia estratégica pero
una capacidad analítica del montón, baja, en su discurso, por derroteros que,
en ocasiones, son casi ridículos. Por ejemplo: “es necesario denunciar el
carácter cínico y represivo de la ciencia burguesa”. Cinismo cuántico, le
podríamos llamar a esto; por si no lo sabéis, el bosón de Higgs es de derechas. Su argumento, en este sentido, es que “la ciencia ha
participado en todas las masacres de nuestra época”. Afirmación que es, en sí,
una pollada del tamaño de la Torre Eiffel; pues lo que él llama la ciencia (y
digo esto porque para mí que confunde ciencia con ingeniería, pero, vaya, no
nos vamos a poner estupendos) no sólo ha “participado” en las masacres de esta
época, la burguesa; sino de todas, incluso aquéllas en las que la burguesía no
existía; la "ciencia", como la llama Cohn-Bendit, ya estaba presente en las distantes épocas, antes de la existencia de las clases sociales, en las que un homo faber se dio cuenta de que afilando una lasca de pedernal, la piedra hacía mogollón de daño a sus enemigos.
De todas formas, Cohn-Bendit es un auténtico as del lenguaje. Pocos días después, por ejemplo, el movimiento que dirige, el 22 de marzo, hará público un manifiesto en el que, literalmente, se solidariza “con todos los estudiantes polacos en lucha contra el régimen burocrático”. Curiosa forma de referirse a un régimen comunista. Es más: en el párrafo siguiente, acusa a la prensa burguesa y “estalinista” de tratar de hacer pasar su movimiento como enemigo del comunismo. Cómo se podía, en abril de 1968, ser amigo del comunismo y al mismo tiempo de los polacos que luchaban contra él, es algo que Daniel no ha explicado nunca a fondo. Pero no hay que perder la esperanza.
De todas formas, Cohn-Bendit es un auténtico as del lenguaje. Pocos días después, por ejemplo, el movimiento que dirige, el 22 de marzo, hará público un manifiesto en el que, literalmente, se solidariza “con todos los estudiantes polacos en lucha contra el régimen burocrático”. Curiosa forma de referirse a un régimen comunista. Es más: en el párrafo siguiente, acusa a la prensa burguesa y “estalinista” de tratar de hacer pasar su movimiento como enemigo del comunismo. Cómo se podía, en abril de 1968, ser amigo del comunismo y al mismo tiempo de los polacos que luchaban contra él, es algo que Daniel no ha explicado nunca a fondo. Pero no hay que perder la esperanza.
Tras él, Karl Dietrich Wolff, líder del movimiento
revolucionario alemán SDS (tras la movida
del 68, se distanciaría de la labor política, convirtiéndose en editor, entre
otras cosas de las obras completas de Hölderlin) explicó el programa de su
organización, basado en el rechazo al apoyo de la RFA a la guerra de Vietnam, y
el rechazo a un sistema educativo “que sólo forma idiotas especializados” (y
consiguió reformarlo: el actual apenas está especializado).
El encuentro de la “oposición” tampoco es moco de pavo. La
muy derechista FNEF, en este sentido, junta en su propia asamblea a no menos de 600
estudiantes (ninguno de ellos español… ¡por Dios!). Les pastorea Didier Gallot
(no puedo jurarlo al 100%, pero tengo la
sensación de que este Gallot es el Didier Gallot que se hizo juez y desarrolló
su carrera como magistrado de primera instancia en Sables d’Olonne). Estos estudiantes denuncian el “terrorismo practicado a dos meses de los exámenes”.
Y aún hay una tercera reunión paralela en Nanterre esa
mañana: la de la UEC, que condena sin paliativos los actos estudiantiles, “que
le hacen el juego al poder”.
Para terminar con el retrato de aquel 2 de abril, la Alliance Républicaine, organización de extrema derecha dirigida por Jean Louis Tixier-Vignancour (para entonces, 1968, ya era bien famoso por haber sido abogado defensor del colaboracionista de Vichy Raoul Salan, así como activistas de la OAS; además, en 1965 fue candidato a las elecciones francesas, con un joven jefe de campaña que se llamaba Jean Marie Le Pen. Tras mayo del 68, se acercará a la UDR, y acabará recomendando a sus partidarios integrarse en ella para “derechizar la derecha”. Durante años, será el principal representante de lo que podríamos denominar el Tea Party del gaullismo) lanza un comunicado denunciando las movidas estudiantiles.
Para terminar con el retrato de aquel 2 de abril, la Alliance Républicaine, organización de extrema derecha dirigida por Jean Louis Tixier-Vignancour (para entonces, 1968, ya era bien famoso por haber sido abogado defensor del colaboracionista de Vichy Raoul Salan, así como activistas de la OAS; además, en 1965 fue candidato a las elecciones francesas, con un joven jefe de campaña que se llamaba Jean Marie Le Pen. Tras mayo del 68, se acercará a la UDR, y acabará recomendando a sus partidarios integrarse en ella para “derechizar la derecha”. Durante años, será el principal representante de lo que podríamos denominar el Tea Party del gaullismo) lanza un comunicado denunciando las movidas estudiantiles.
Con una notable falta de tacto, o más bien probablemente
porque en ese momento no es consciente de a qué se está enfrentando, el
gobierno filtra el miércoles a Le Monde
la noticia de que pretende estatuir unas pruebas de acceso a la universidad,
así como los numerus clausus en cada
facultad.
En medio de estos dimes y diretes llegarán las vacaciones de
Pascua o Semana Santa. Las cosas se tranquilizan. Sin embargo, están a punto de
dar un giro inesperado.
A las cuatro y media de la tarde del día 11 de abril, un
joven circula en bicicleta por la carísima, además de muy difícil de
pronunciar, Kurfürstendamm de Berlín Oeste. Es Rudi Dutschke, portavoz del SDS.
Según pasa, una persona le descerraja tres balas en la cabeza (sobreviviría al atendado, aunque con secuelas. Viajó a Reino Unido para buscar un tratamiento, pero meses después de haber llegado el gobierno conservador le expulsó a él y a su familia por "indeseables". Murió en la Nochebuena de 1979, mientras tomaba un baño; una de las secuelas que le había quedado del accidente era la producción de episodios epilépticos, tuvo uno, y se ahogó)..
Un joven de 23 años es casi inmediatamente detenido por los
hechos. Se llama Joseph Bachmann (sería
condenado por estos hechos a siete años de prisión. Cumplidos dos, en 1970, se
suicidó en la cárcel. Lo realmente extraño es la manera que usó para matarse,
porque se ahogó colocando una bolsa de plástico en su cabeza). Sin embargo,
las organizaciones de izquierda apuntan rápidamente a otro culpable, a eso que
hoy llamamos el “autor intelectual”: el grupo de prensa de Axel Springer,
editor, entre otros, del periódico sensacionalista Bild Zeitung, cuyas técnicas son descritas por el periodista Günter
Walraff en su libro El periodista
indeseable. La misma tarde del atentado, se monta una manifestación frente
a la sede de Springer en Berlín, un enorme rascacielos construido a propósito
muy cerca del Muro para que la prosperidad occidental pueda ser contemplada por
cualquiera desde el otro lado. Los manifestantes entran en el garaje y queman
unos quince coches.
Al día siguiente, el atentado une en una sola convocatoria,
en el Quartier Latin de París, al movimiento 22 de marzo, LA UNEF, la ESU (Étudiants
Socialistes Unifiés, o sea el SEU del PSU, Partit Socialiste Unifié, de extrema
izquierda), el CVN y la JCR. La manifa, apenas 2.000 personas, transcurre sin
problemas. Frente al Odéon, el SRS afirma que el atentado forma parte de una
estrategia más generalizada del “capitalismo alemán”. Se canta La Internacional.
Pero no es la única manifestación esa tarde. En otro punto
de la ciudad, diez muchachos de L’Occident, una organización juvenil de extrema
derecha, están destrozando una librería especializada en libros de izquierdas;
además del pequeño cine Gît-le-Coeur, donde se proyecta una peli que no les
gusta: Dix-septième parallèle, de
Joris Ivens. Verla no os cambiará el sexo, pero no perderéis el tiempo rien du tout.
En realidad, es un documental sobre el enorme puteo vivido por los habitantes
de Vin-Lihn, un pueblo que está prácticamente en la frontera entre el Vietnam
del Sur y del Norte (el paralelo 17), lo que hace que sufra las consecuencias
de la guerra.
Al día siguiente, L’Humanité
le dedicará algo de espacio a estos atentados, pero ningunea totalmente la
manifa del Latin. Y anuncia para el lunes una manifestación, convocada por la
UEC, de solidaridad con Vietnam. Ese lunes, el comunismo oficial junta entre
3.000 y 5.000 manifestantes, demostrando así que tiene más fuerza que los pelaos que la están montando en
Nanterre. Está allí con todo lo gordo: UEC, UJCF (Union des Jeunesses
Comunistes de France), UJFF (Union des Jeunes Filles de France). El mitin lo
pastorea Jean Michel Cathala (dirigente
de la UEC desde 1965, seguirá hasta 1976, que se dedicará a la abogacía).
Pero mientras Cathala les cuenta sus cosas a los
manifestantes de la revolución oficial en el Odéon, L’Occident no se está
quieto y, en la calle Etienne Marcel, donde se encuentran los locales del
Comité Vietnam, no dejan demasiadas cosas enteras. Más: el miércoles,
en la calle Soufflot, dos granadas se tiran contra el local de la UNEF. En
posible respuesta, en el local de la derechista FNEF, en Nanterre, unas
personas entran y se lían a puñadas con los que están dentro, provocando
diversas heridas a un estudiante llamado Yves Kervenoaël (de quien no he encontrado más información, aunque sospecho, por las páginas de heráldica francesa, que debía de ser medio condesito).
Sobrados como de costumbre, los comunistas oficiales, que
han hecho de la UEC su punta de lanza estudiantil, deciden hacerle una OPA al
movimiento estudiantil de Nanterre, y con tal motivo, invitan al miembro del
Comité Central del PCF Pierre Juquin para que dé una charla en la universidad.
Es probable que lo recordéis: es el pollo al que vinos en la primera,
embrionaria, manifa estudiantil con participación comunista; el tipo que luego
se volverá rojiverde.
Pero Pedrito no tiene ni puta idea de la que le espera.
Estoy preparando un quintal de palomitas para ponerme cómodo y seguir leyendo la serie, porque me recuerda enormemente alguna de las movidas estudiantiles que yo conocí en la UPM entre 1991 y 96.
ResponderBorrarLa mayor diferencia con el 68 gabacho es el lenguaje. Claro que sin muro en Berlín era más complicado hacer alambiques sobre el "Estado burocratizado", pero vulgarizar a la "vallekana" las ideas-fuerza no era el mejor camino para hacerse entender.
Eborense, promoción del 96
En esta entrevista a Patrick Buisson el periodista confirma que el entonces líder del FNEF es el futuro magistrado:
ResponderBorrarhttp://www.lefigaro.fr/lefigaromagazine/2012/03/29/01006-20120329ARTFIG00791-son-eminence-patrick-buisson.php
Y también es él el principal animador del festival y premio literario Simenon des Sables d’Olonne:
http://www.festival-simenon-sablesolonne.com/festival_historique.php
(Athini Glaucopis)