Hace tiempo que quería plantearme escribir la Historia de la
contrarreforma católica y, muy especialmente, el Concilio de Trento. La verdad,
es un pedazo de la Historia de Europa que me apasiona de forma especial, y que
de hecho encuentro verdaderamente interesante. Hay momentos históricos que
presentan perfiles especialmente intensos, y la Contrarreforma es uno de ellos.
Pocas veces antes, y pocas veces después, ha estado Europa tan sometida a
tensiones y críticas en una situación tan dividida. La Contrarreforma es la
responsable de que muchas cosas en nuestras vidas sean como son, por mucho que
nosotros, con ese narcisismo contemporáneo de quien cree que todo lo que no ha
ocurrido el mes pasado no tiene importancia para su vida, creamos que ésos son
tiempos rancios que no nos conciernen.
Lejos de ello, el siglo de Trento tiene muchas cosas que hoy
tenemos por modernas: ruptura sistémica, desarrollo de nuevas soluciones,
conflictos diplomáticos larvados en los cuales las partes pasaban de amigas a
enemigas con gran facilidad... En realidad, estamos hablando de unos tiempos
más modernos de lo que creemos. En última instancia, ya sabes: es mi blog, y
eso quiere decir que escribo sobre, literalmente, lo que me apetece.
Ponte cómodo. El viaje será largo, porque hay bastantes
cosas que contar.