61.- Dos palabras comunes del español tienen el escondido significado "cojón", "gónada" o "testículo". Se trata del aguacate, fruto que fue designado por los aztecas con su propia palabra para designar el testículo, ahuakatl, dado el parecido que tenía. El otro es la orquídea, cuya denominación proviene de la palabra griega para designar los testículos (de hecho, algunas dolencias relacionadas con ellos, como la criptorquidia, usan la misma raíz etimológica).
62.-
Esta imagen es de la iglesia de Santa María la Blanca de la población palentina de Villalcázar de Sirga. Es un motivo muy clásico: el Pantócrator rodeado del Tetramorfos, esto es, los cuatro evangelistas representados en sus cuatro formas simbólicas. El tetramorfos clásico representa a los evangelistas: como un hombre, como un águila, como un toro y como un león. La particularidad que tiene este conjunto escultórico es que una de las representaciones ha sido cambiada. Si os fijáis en el evangelista de la esquina inferior izquierda, comprobaréis que el toro no es un toro; es un sonrosado cerdo.
Se me ocurren varias hipótesis. La primera es que, dado que las iglesias las levantaban los burgueses locales con su financiación y que Palencia es tierra de morcillas nada desdeñables, puede ser una imposición del que puso la pasta. O sea, como en el chiste ése en el que el Papa firma con McDonald's para cambiar el padre nuestro y que diga la hamburguesa nuestra de cada día, dánosla hoy.
La segunda es que sea un mensaje antijudío.
La tercera, ya, si eso, me la cuentas tú.
63.- La palabra pánico, que hoy es un sustantivo, en realidad comenzó siendo un adjetivo, puesto que pánico venía a significar "relativo al dios Pan" (esto es, como divino, que quiere decir "relativo a Dios"). Pan era una deidad con bastante mala leche que vivía en los bosques, y las naturales putadas que le ocurrían a las personas cuando se quedaban dentro de uno por la noche se atribuían a agresiones o venganzas de este dios. Pánico, por lo tanto, en sus inicios, se refería únicamente al sentimiento que tenían las personas que se quedaban solas en la noche en un bosque (miedo al dios Pan). Con el tiempo, acabó designando todo temor intenso en general.
64.- Cuando menos en la Francia prerrevolucionaria, las personas que morían fuera del seno de la Iglesia solían ser enterradas (si es que no las tiraban por ahí, claro) en tumbas de más de ocho pies de profundidad. Esto era así porque la Iglesia había dictaminado que la santidad de la tierra se terminaba pasada esa profundidad.
65.- Prescott Bush, abuelo y bisabuelo de presidente de los Estados Unidos, es sospechoso de haber participado en la profanación de la tumba del jefe indio apache Gerónimo, con el objeto de robar su calavera. Al parecer, la partida se equivocó de tumba, y podría haber robado el cráneo equivocado.
66.- Hay una razón escondida para que Pericles nos sea representado siempre llevando un casco: al parecer, era un caracono. Tenía la cabeza, como vulgarmente se dice, apepinada, detalle que obviamente se enmascaraba cuando iba tocado. De hecho, lo llamaban cabeza de cebolla.
67.- Charles Harrelson, el padre del conocido actor Woody Harrelson, era un criminal que fue encarcelado, entre otras cosas, por matar a un juez federal. Es pieza habitual de muchas teorías conspirativas, puesto que, al parecer, a lo largo de su vida afirmó varias veces que había participado en el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
68.- El cuervo que inspiró el famosérrimo poema de Edgar Allan Poe se llamaba Grip, perteneció primero a Charles Dickens y puede contemplarse hoy en día en una biblioteca de Filadelfia.
69.- El Papa Urbano VII hizo matar a los pájaros de los jardines vaticanos porque le molestaban.
70.- La palabra pentaquismiriahexaquisquiliotetracosiohexacontapentágono, que define a un polígono de 56.465 lados, tiene 56 letras y está considerada la palabra más larga del idioma español. Que yo sepa, nadie ha conseguido jamás pronunciarla con un polvorón en la boca.
miércoles, mayo 11, 2016
lunes, mayo 09, 2016
Estados Unidos (28)
Recuerda que ya te hemos contado los principios (bastante religiosos) de los primeros estados de la Unión, así como su primera fase de expansión. A continuación, te hemos contado los muchos errores cometidos por Inglaterra, que soliviantaron a los coloniales. También hemos explicado el follón del té y otras movidas que colocaron a las colonias en modo guerra.
Evidentemente, hemos seguido con el relato de la guerra y, una vez terminada ésta, con los primeros casos de la nación confederal que, dado que fueron como el culo, terminaron en el diseño de una nueva Constitución. Luego hemos visto los tiempos de la presidencia de Washington, y después las de John Adams y Thomas Jefferson.
Luego ha llegado el momento de contaros la guerra de 1812 y su frágil solución. Luego nos hemos dado un paseo por los tiempos de Monroe, hasta que hemos entrado en la Jacksonian Democracy. Una vez allí, hemos analizado dicho mandato, y las complicadas relaciones de Jackson con su vicepresidente, para pasar a contaros la guerra del Second National Bank y el burbujón inmobiliario que provocó.
Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.
Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra.
Luego hemos pasado, lógicamente, al pinchazo de la burbuja, imponente marrón que se tuvo que comer Martin van Buren quien, quizá por eso, debió dejar paso a Harrison, que se lo dejó a Tyler. Este tiempo se caracterizó por problemas con los británicos y el estallido de la cuestión de Texas. Luego llegó la presidencia de Polk y la lenta evolución hacia la guerra con México, y la guerra propiamente dicha, tras la cual rebrotó la esclavitud como gran problema nacional, por ejemplo en la compleja cuestión de California. Tras plantearse ese problema, los Estados Unidos comenzaron a globalizarse, poniendo las cosas cada vez más difíciles al Sur, y peor que se pusieron las cosas cuando el follón de la Kansas-Nebraska Act. A partir de aquí, ya hemos ido derechitos hacia la secesión, que llegó cuando llegó Lincoln. Lo cual nos ha llevado a explicar cómo se configuró cada bando ante la guerra.
Comenzando la guerra, hemos pasado de Bull Run a Antietam, para pasar después a la declaración de emancipación de Lincoln y sus consecuencias; y, ya después, al final de la guerra.
Como
es bien sabido por casi cualquiera, la guerra civil estadounidense se
cerró con un hecho de enorme simbolismo, especialmente en un país
que gusta tanto de leer la Biblia en su literalidad. Abraham Lincoln,
como Moisés, apareció como un líder condenado a no disfrutar de
las consecuencias del proceso que, él más que nadie, había
contribuido a producir. Le fue vedado el espectáculo de unos Estados
Reunidos, tal vez porque, para conseguirlo, hubo de subvertir la
legalidad, poner en solfa la democracia y los derechos civiles y,
sobre todo, poner la espada en la mano de milicos como el general
Sheridan, que no creo que hoy en día pudiesen pisar La Haya sin ser
detenidos.