De esta serie se han publicado ya un primer, segundo, tercer y cuarto capítulos.
Los problemas logísticos, no obstante, no eran suficientes como para desalentar a alguien como Rommel. A pesar de que avanzar hacia Tobruk le había supuesto un gran esfuerzo y unas pérdidas no desdeñables, el Zorro del Desierto planificó con rapidez una operación militar sobre Egipto, consciente de que controlar la tierra de los faraones era tener la manija del epicentro del Oriente Medio. El jefe militar alemán tenía todavía el plan de llegar hasta el canal de Suez, y consideraba el proyecto factible. Además, pensaba, había que tener en cuenta que el avance alemán en el Cáucaso suponía que las tropas inglesas, por así decirlo, tuviesen que mirar hacia Palestina. Más aun, hay que tener en cuenta las señas que los alemanes tenían de que el ejército británico tenía sus fisuras. Hace algunos párrafos he escrito que la decisión de Londres de desembarcar tropas indias en Basora para sofocar el golpe de Estado iraquí fue una decisión arriesgada. La razón de ese riesgo era las pocas garantías que los británicos podían tener de la fidelidad de los indios; y los hechos confirmaron esta impresión. Muchos de los prisioneros indios tomados por los alemanes fueron rápidamente separados del resto, dado que se mostraron inmediatamente dispuestos a alistarse en el Africa Korps para luchar contra el inglés. Por lo demás, las gentes en Egipto hacían frecuentes demostraciones en las calles esperando a los alemanes.