En el año 570 de nuestra era, con bastante probabilidad,
nació Mahoma, en el seno de un clan árabe, los Banu Haxim, que, en el tiempo de
la pujanza omeya, había perdido bastante de su fuerza pretérita. Los primeros
cuarenta años de su vida son apenas conocidos, aunque se sabe que se casó con
una mujer unos veinte años mayor que él, Jadicha, a la cual Mahoma amó tan intensamente
que algunos islamistas han llegado a decir que, de haberle sobrevivido, quizás
el Islam hoy sería monógamo como el cristianismo. Jadicha tenía una pequeña
fortuna que más que probablemente administraría su marido, por lo que podemos
estimar que Mahoma, si no era comerciante, debía de conocer algunos de los
trucos de esa profesión.
No conocemos información esencial sobre qué pudo pasar en el
610 para que, repentinamente, Mahoma se creyese llamado por Dios. Se ha dicho,
desde el descubrimiento de los famosos rollos del Mar Muerto, que pudo ser el
contacto con estas comunidades esenias las que lo llevaron por ese camino;
también puede ser, por qué no, que el arcángel Gabriel se le apareciese en el
monte Hira, le entregase un libro y le invitase a leerlo, como afirma la
tradición.
Es importante entender que la revelación que recibe Mahoma
no proviene de un Dios distinto del Dios de los cristianos. Para los árabes,
hablar de Alá es como para un hispanoparlante hablar de Dios. El Alá que
provocó, por así decirlo, la iluminación de Mahoma es el mismo Dios de Abraham,
y de Jacob; el Dios padre del Nuevo Testamento. Un musulmán que se precie de
serlo no encontrará problema en rezar el Padre Nuestro.
Tras la revelación del monte Hira, Mahoma acopió una estrecha
corte de creyentes: además de él mismo, contó con Jadicha, su mujer; su primo
Alí abi Talib, que se había casado con su hija Fátima; y que será quien, a
través de sus hijos y nietos de Mahoma, Hasán y Husayn, hará nacer las
diferentes ramas del mahometanismo.
Desde el 610, año de la revelación, hasta el 622, es decir
la primera etapa prosélita de Mahoma, éste parece haber encontrado importantes
niveles de aquiescencia entre las personas de más baja clase social de su
entorno, por lo que podemos entender que su mensaje se produjo, probablemente,
con un importante contenido de orden social, reivindicativo incluso. Esto pudo
granjearle la enemiga de los ricos y comerciantes, quienes podrían haberse
planteado acabar con él, de no ser Mahoma miembro del clan hashimí, quien lo
protegió de facto.
Tras unos años de existencia azarosa y poco relevante, se
produjo en el entorno del oasis de Yatrib, es decir en las inmediaciones de
Medina, un largo enfrentamiento entre tribus al que nadie parecía encontrarle
solución. Por ello, los contendientes buscaron la figura de un mediador, y
escogieron a Mahoma porque para entonces ya tenía fama de equilibrado y,
además, había, al parecer, pasado algunos años de su infancia en la zona de
Medina. Mahoma aceptó la labor y, por ello, burló la vigilancia de sus
guardianes mequíes para huir a Medina. Esto ocurrió el 15 de julio del 622,
fecha utilizada por los musulmanes para iniciar la cuenta del tiempo.
En Medina
continuó con su labor profetizadora, y esto es algo que muchos islamólogos ven
claramente en el Corán, porque Medina, entonces, tenía una importante población
de creencia judía, a la cual Mahoma habría intentado atraerse. Y lo hizo de la
misma manera que el cristianismo, siglos antes, se atrajo a mitraístas,
creyentes en Cibeles y en otros cultos: adaptando su propia teología con
elementos que le fuesen familiares a esos creyentes. Como digo, esta es la
razón, a decir de muchos expertos, de que existan en el Corán decretos como el
ayuno en el día de Ashura (fecha de celebración mosaica; conmemora el ayuno que
hizo Moisés después de salir los judíos de Egipto) o la santidad musulmana de
la ciudad de Jerusalén (aunque ésta se la podía haber ahorrado, porque con los
siglos ha acabado por dar unos problemas de la hueva). Es muy probable que
fuese la escasa audiencia de los judíos hacia estas estipulaciones lo que
acabase provocando que Mahoma decidiese girar la liturgia hacia elementos
puramente árabes, tales como la oración mirando a La Meca o el, por así
decirlo, sistema de ayuno propio (que conocemos como Ramadán). Cabe recordar,
en este sentido, que también los primeros padres de nuestra iglesia hicieron
todo lo posible por distinguir su Pascua de la judía.
En todo caso, la difícil conexión entre musulmanes y judíos
plantó la semilla de la fuerte procura monopolística de los musulmanes,
absolutamente patente aun a día de hoy, pues son los islámicos los países
confesionales donde más difícil, cuando no directamente prohibido, es la
profesión de cualquier otra fe.
En todo caso, consolidado ya su gobierno mediní, a partir
del 622, Mahoma pudo comenzar con el que, probablemente, era su objetivo desde
el principio, pues Mahoma comparte con el otro gran creador de religiones,
Saulo de Tarso, la innegable característica de ser un excelente estratega,
sobre todo en el largo plazo. Para mí, por lo tanto, lo más probable es que
Mahoma no soñara nunca con consolidar una simple creencia local, sino con
construir una religión universal, capaz de cautivar (o de invadir) a gentes del
mundo entero.
Sin embargo, en su expansión, que era al tiempo religiosa y
política, chocó con los coraixíes o coraixitas, es decir los habitantes de la
zona de La Meca. En Badr los derrotó, pero en la batalla de Uhud, los mequíes
le dieron a su ejército hasta en los bosones de las ingles. Por cierto, que se
tiene por bastante probable que esta derrota fuese el origen de la prohibición
musulmana de beber vino. Al parecer, en las tabernas de Medina se largó de la
leche contra Mahoma por aquella derrota, motivo por el cual, dicen algunos
estudiosos, éste incluyó en el Corán suras contra el vino. No obstante, hay que
tener en cuenta que el Corán no prohíbe, en realidad, la ingesta de vino;
previene a los creyentes contra el efecto de mamarse, porque hace que las
personas no sepan ni lo que dicen ni lo que piensan (la más clara, la sura denominada
de Las Abejas (43, si no he contado mal), que ordena al creyente no rezar
bebido). La sura conocida como de la mesa servida asegura que el vino es
abominación del demonio, pero recomienda
evitarlo. La prohibición estricta del consumo de vino es, más que probablemente,
posterior a Mahoma (y en modo alguno total, ni en la Historia, ni en el mundo
musulmán).
El general mequí, al-Jalid ben al-Walid, decidió, tras Uhud,
marchar hacia Medina para acabar con Mahoma de una vez. Sin embargo Mahoma realizó una serie de obras
en Medina, mediante la construcción de tapias y fosos, que hicieron la ciudad
inexpugnable. Asimismo, secó el oasis de provisiones, con lo que los sitiadores
comenzaron pronto a experimentar serios problemas con la alimentación, y
tuvieron que retirarse.
El desprestigio sufrido por las tropas mequíes cambió las
cosas en la que terminaría siendo ciudad santa de los musulmanes. Las familias
de dinero, ante la sospecha de que tal vez no sería posible oponer a las tropas
de Mahoma una oposición eficiente, comenzaron a pensar en abrazar su religión
como forma de pacto. De esta manera, en el 628 las fuertes oposiciones
iniciales a la organización de
peregrinaciones hacia La Meca fueron vencidas, marcando el auténtico punto de
inflexión del poder de Mahoma. Al año siguiente, Mahoma peregrinó a la Kaaba
por primera vez, peregrinación que duró tres días durante los cuales los
coraixíes abandonaron la ciudad. Al año siguiente, los coraixíes se rebelaron,
pero fue una lucha desigual, entre otras cosas porque los conversos entre sus
filas se contaban por centenares.
En marzo del 632, Mahoma peregrinó de nuevo a La Meca,
peregrinación durante la cual promulgó un número muy elevado de disposiciones
destinadas a estructurar el nuevo Estado musulmán y su moral pública, y que aún
hoy son la base del Derecho en la mayoría de los países musulmanes. Es probable
que él mismo se sintiese morir de su malaria crónica. El 8 de junio, pocos días
después de una ceremonia en la que se echó a los pies de sus fieles y les pidió
perdón por todas las ofensas que les pudiera haber causado, falleció en los
brazos de su esposa Aixa.
Terminaba un proceso de gran interés, y comenzaba otro de
mayor interés aún, del que hablaremos pronto.
Pour en savoir plus, no podrás hacer nada mejor que leerte el, para mí, monumental, Mahoma, de Maurice Gaudefroy-Demombynes, editado en España por Akal. Menos densa, la biografía de mismo nombre de Juan Vernet.
Hola
ResponderBorrarDice Jdj: "...los islámicos los países confesionales donde más difícil, cuando no directamente prohibido, es la profesión de cualquier otra fe".Totalmente cierto hoy día.
Históricamente hablando no era tan así. Los países cristianos eran más excluyentes que los mahometanos. En ambos casos, se trataba de convertir al infiel, pero en España se expulsaba a los judíos y en el Turco se les subían los impuestos. Por poner un ejemplo y generalizando, que nunca es bueno.
A donde quiero llegar es a que la radicalización del Islam (no necesariamente violenta, pero también) se comienza a producir en algún momento del siglo XX.
Tengo una teoría para explicar el origen de la radicalización que puede producir risa, pero os la cuento: En 1900 (por poner un año) a los minaretes se subía un tipo a llamar a la oración. Por buena voz que tuviese, después de hacerlo 5 veces al día, no le debía oír ni el cuello de la chilaba. Años después, a alguien se le ocurriría poner un sistema de megafonía y, a partir de ahí, todo el mundo se enteraba (cinco veces al día; mañana, tarde y noche) de que Alá es el único Dios y Mahoma su profeta.
Ese discurso, escuchándolo desde que naces hasta que te mueres, tiene que marcar mucho.
Si habéis estado en países musulmanes, os habréis dado cuenta de que en algunos lugares el volumen de decibelios es atronador. En otros, no tanto. Sería interesante hacer un estudio sobre el grado de radicalización de una comunidad y los decibelios que recibe.
Buenas, me alegra que trates justo de este tema, porque he escuchado hablar de la teorias, como las de Robert Spencer y otros sobre una "reelaboración posterior" del personaje Mahoma, tipo cristo
ResponderBorrarhttp://www.meneame.net/story/coran-leido-sirio-arameo-uvas-blancas-no-huris-como-bienvenida-paraiso
http://world.pressenza.org/npermalink/pruebas-de-la-existencia-de-mahoma
http://www.lemessieetsonprophete.com/annexes/Proto-Islam%20fenomeno%20judeonazareno.htm
http://www.periodistadigital.com/opinion/politica/2012/05/08/robert-spencer-mahoma-coran-yihad-arabes-sarracenos-imperio-coran.shtml
Buenas, me alegra que trates justo de este tema, porque he escuchado hablar de la teorias, como las de Robert Spencer y otros sobre una "reelaboración posterior" del personaje Mahoma, tipo cristo
ResponderBorrarhttp://www.meneame.net/story/coran-leido-sirio-arameo-uvas-blancas-no-huris-como-bienvenida-paraiso
http://world.pressenza.org/npermalink/pruebas-de-la-existencia-de-mahoma
http://www.lemessieetsonprophete.com/annexes/Proto-Islam%20fenomeno%20judeonazareno.htm
http://www.periodistadigital.com/opinion/politica/2012/05/08/robert-spencer-mahoma-coran-yihad-arabes-sarracenos-imperio-coran.shtml