Por un enlace recentísimo en el blog de Santiago González he tenido noticia de tu bitácora, tan interesante y documentada en lo que he alcanzado a husmear un rato.
Trataré, en lo sucesivo, de ojear más lo tuyo, en lo que veo asuntos coincidentes con cosas que me interesan, verbigracia la II Guerra Mundial, de la que no se ha escrito [ironía]casi nada[/ironía], como es bien sabido.
A ese respecto quiero hacerte mención de un libro reciente, "Humo humano", de Nicholson Baker, con cuya lectura se me han abatido algunos palos del sombrajo de las cosas-muy-sabidas-pero-que-no fueron-necesariamente-como-nos las- han-contado.
Todos sabemos la clase de buitres que fueron Adolf y sus mariachis (sobre todo Heydrich, que parece ser que acojonó al mismísimo Führer, cuya crueldad, una de las máyores de la historia, supo aprovechar para sus intereses). Pero lo que nunca llegué a tener ni barruntos es la clase de pájaros que fueron Churchill y Roosevelt, por ejemplo, un par de monomaníacos belicistas que no repararon en minucias como el freír a conciencia poblaciones civiles, en función de su estrategia de adoradores de Marte.
En fin, abundante tela para cortar, pero sin tijeras maniqueas, que en este planeta nos hacemos unas croquetas con la masa del Yin y el Yang desde tiempos inmemoriales, que parece ser que no le damos importancia a las pulsiones del paleocórtex que tantas veces toma el mando, dejando al neocórtex para las mariconetés de rigor, esas que le dan una pátina de civilización al "dios salvaje" (excelente y heladora película de Polanski en base a una obra teatral) que todos llevamos dentro.
Pues sí, fue Rorschach quien recomendó este blog a los demás lectores de Santi González, concretamente la serie dedicada a "La normalidad del 36".
Si la recomendación hubiera venido del propio autor, habría una avalancha de visitas que ni te cuento. Un enlace de Santi es como un anuncio en la tele, y más ahora, con el lanzamiento de su nuevo libro.
El libro de Nicholson Baker no sé qué tal será, pero ya hay abundante bibliografía sobre esos aspectos de la II Guerra Mundial poco conocidos por el gran público.
Como dijo Curtis LeMay tras reducir a cenizas docenas de ciudades japonesas: "Si hubiéramos perdido la guerra, habríamos sido juzgados como criminales de guerra. Afortunadamente, estamos en el lado de los vencedores."
"When the going gets tough, the tough turn pro", dice una frase dudosamente atribuida a Hunter S. Thompson.
De una cosa estoy seguro: en igualdad de condiciones materiales (capacidad industrial y armamentística, desarrollo tecnológico, potencia de fuego, etc), el bando angloamericano no habría estado a la altura, porque los mejores en combatividad fueron los rusos, los alemanes y los japoneses, no necesariamente en ese orden. Británicos y americanos necesitaron millones de toneladas de bombas para compensarlo.
¡Que lo pase usté bien!
ResponderBorrarPodías haber dejado una de tus adivinanzas para entretener la espera.
ResponderBorrarOtra vez será.
Por un enlace recentísimo en el blog de Santiago González he tenido noticia de tu bitácora, tan interesante y documentada en lo que he alcanzado a husmear un rato.
ResponderBorrarTrataré, en lo sucesivo, de ojear más lo tuyo, en lo que veo asuntos coincidentes con cosas que me interesan, verbigracia la II Guerra Mundial, de la que no se ha escrito [ironía]casi nada[/ironía], como es bien sabido.
A ese respecto quiero hacerte mención de un libro reciente, "Humo humano", de Nicholson Baker, con cuya lectura se me han abatido algunos palos del sombrajo de las cosas-muy-sabidas-pero-que-no fueron-necesariamente-como-nos las- han-contado.
Referencia, aquí:
"Humo humano".
Todos sabemos la clase de buitres que fueron Adolf y sus mariachis (sobre todo Heydrich, que parece ser que acojonó al mismísimo Führer, cuya crueldad, una de las máyores de la historia, supo aprovechar para sus intereses). Pero lo que nunca llegué a tener ni barruntos es la clase de pájaros que fueron Churchill y Roosevelt, por ejemplo, un par de monomaníacos belicistas que no repararon en minucias como el freír a conciencia poblaciones civiles, en función de su estrategia de adoradores de Marte.
En fin, abundante tela para cortar, pero sin tijeras maniqueas, que en este planeta nos hacemos unas croquetas con la masa del Yin y el Yang desde tiempos inmemoriales, que parece ser que no le damos importancia a las pulsiones del paleocórtex que tantas veces toma el mando, dejando al neocórtex para las mariconetés de rigor, esas que le dan una pátina de civilización al "dios salvaje" (excelente y heladora película de Polanski en base a una obra teatral) que todos llevamos dentro.
Lindo Gatito:
ResponderBorrarPues sí, fue Rorschach quien recomendó este blog a los demás lectores de Santi González, concretamente la serie dedicada a "La normalidad del 36".
Si la recomendación hubiera venido del propio autor, habría una avalancha de visitas que ni te cuento. Un enlace de Santi es como un anuncio en la tele, y más ahora, con el lanzamiento de su nuevo libro.
El libro de Nicholson Baker no sé qué tal será, pero ya hay abundante bibliografía sobre esos aspectos de la II Guerra Mundial poco conocidos por el gran público.
Como dijo Curtis LeMay tras reducir a cenizas docenas de ciudades japonesas: "Si hubiéramos perdido la guerra, habríamos sido juzgados como criminales de guerra. Afortunadamente, estamos en el lado de los vencedores."
"When the going gets tough, the tough turn pro", dice una frase dudosamente atribuida a Hunter S. Thompson.
De una cosa estoy seguro: en igualdad de condiciones materiales (capacidad industrial y armamentística, desarrollo tecnológico, potencia de fuego, etc), el bando angloamericano no habría estado a la altura, porque los mejores en combatividad fueron los rusos, los alemanes y los japoneses, no necesariamente en ese orden. Británicos y americanos necesitaron millones de toneladas de bombas para compensarlo.
Está de.... ¿acueducto de Segovia? :) Saludos.
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