El disidente soviético Víctor Kravchenko, en su libro Yo escogí la libertad, describe una imagen pavorosa de la hambruna ucraniana: un ama de casa rural de aquel país hirviendo excrementos de caballo. Los caballos, es sabido, tienen la boca muy grande y no han leído ninguno de los libros escritos por eminentes nutrólogos donde se dice que lo sano es masticar la comida muchas veces. Así pues, brutos como son, los caballos comen a mogollón, bocao a bocao, y esto hace que traguen, a menudo, pequeños frutos enteros, los cuales, a veces, son sólo parcialmente procesados por sus estómagos, con lo que terminan en sus intestinos, relativamente incólumes, mezclados con el resto de la mierda.
La mujer del libro de Kravchenko hervía dicha mierda buscando que el agua separase esos frutos razonablemente sólidos, para así poder comérselos.
Millones de personas en Ucrania fueron condenadas por el DTV (Demócrata de Toda la Vida) Josif Stalin a estos extremos de hambruna. Paradójicamente, en una de las áreas del mundo que es un granero natural. Todo ello, en aras de un proyecto: la construcción de la URSS.
Ya he escrito en este blog que la gestión de las nacionalidades no fue precisamente el fuerte de los dirigentes soviéticos. La combinación de su carácter rusocéntrico y la esencia antinacional del comunismo auténtico (un buen comunista, por mucho que apoye en aras de la libertad a las nacionalidades, es internacionalista y clasista; así pues, un comunista vasco debería identificarse antes con un obrero vietnamita que con un tendero de Getxo) hizo que una de las labores de la construcción de la URSS fuese doblegar a aquellos territorios que, en su seno, querían seguir siendo particulares.
A esto se une, o se cruza como en los segmentos secantes, la lucha contra el campesinado. Los campesinos, por esencia fuertemente ligados a la tierra y renuentes a renunciar a su propiedad, fueron uno de los grandes obstáculos para el desarrollo de la revolución. Para poder sacar adelante su proyecto soviético, Vladimir Lenin, en quien ahora muchos quieren ver el germen de un demócrata (como hay gente que quiere ver lo mismo en José Antonio Primo de Rivera; y es que, como cantaba la canción procaz, son distintas las maneras/que tienen de purgarse las porteras, véase post scriptum), ordenó y ejecutó una política de apiole masivo del campesino que se obstinaba el seguir siendo propietario, el kulak.
¿Por qué Ucrania? Pues, simple y llanamente, porque en Ucrania se juntaban ambas cosas. Ucrania era el punto en el que los dos segmentos se secaban. A los ucranianos les jode poderosamente que los occidentales, en generalización propia de la distancia, los llamemos rusos. Ellos tienen su propia nacionalidad y la querían seguir teniendo. Y ese movimiento social, además, era un movimiento básicamente rural porque en la Ucrania de hace ochenta o noventa años, haber haber, lo que había eran agricultores y ganaderos.
En los años 1932 y 1933, con el objeto de doblegar esta resistencia rural-nacional, el padrecito Stalin sometió a Ucrania a una hambruna que, a mi modo de ver, calza como un guante en la calificación de genocidio. Desde el poder sostenido a base de represión, el Kremlin se llevó, literalmente, todas las cosechas ucranianas, castigando al pueblo ucraniano sin cena para que se fuese enterando de quién mandaba.
El propio Stalin le confesaría a Winston Churchill que en la broma habían muerto, literalmente de hambre, diez millones de ucranianos. Pudieron fácilmente ser menos, pero en todo caso no bajaron de cuatro millones. Piénsese en la cifra. En el Bernabéu caben, creo, 90.000 personas. Piénsese en 44 estadios Santiago Bernabéu, construidos uno detrás de otro, y todos ellos petados de cadáveres, muertos de hambre.
La hambruna de Ucrania contó, además, con importantes complicidades intelectuales en Occidente. Por ejemplo, el periodista americano Louis Fisher, muy querido por algunos estudiosos de la guerra civil española (era amigo de Negrín), el cual, en marzo de 1935, publicó en Estados Unidos un artículo que comenzaba con este primer párrafo (traducción propia): «He estado leyendo las historias de Thomas Walker en el New York Evening Journal y otros periódicos de la cadena Hearst acerca de la hambruna en la Ucrania soviética. Estos cuentos y las fotos que les acompañan son tan fantásticos e irreales, y tan distintos de la Ucrania que yo he vistado en julio y agosto de 1934, que me alimentaron las sospechas».
(I have been reading Thomas Walker’s stories in the New York Evening Journal and other Hearst Newspapers about famine in Soviet Ukraine. These tales and accompanying photographs are so fantastic and unreal, and so unlike the Soviet Ukraine which I visited in July and August of 1934 that my suspicions were aroused.) El artículo completo, en inglés, está aquí.
A Stalin, por lo tanto, no le faltaron amiguitos que en Occidente dijesen que todo era mentira, que ellos habían estado allí y que no habían visto nada. Que Ucrania era el mundo cascada de colores/mágico mundo de colores.
Viene a colación esta historia porque hace muy pocos días, en la Comisión de Educación del Congreso, se ha debatido una proposición para que este asuntillo de la hambruna ucraniana fuese incluido en los currículos escolares, supongo que en la asignatura de Historia. La propuesta no prosperó por los votos unidos del PSOE y del resto de grupos a su izquierda. Por lo que he podido leer, estos grupos se han apresurado a decir que no cuestionan la gravedad de los hechos, pero que votaron en contra por un hecho formal, y es que el Congreso no es quien debe decidir qué materias se estudian en las escuelas. Valiente disculpa. Como si fuera la primera vez que el Congreso, o cualquier otra Asamblea política, aprobase proposiciones estéticas, con escaso poder ejecutivo pero alto significado simbólico. ¿Acaso no se aprueban mociones solicitando la libertad para el Kurdistán o la salvación para la foca monje?
¿Qué les das, Iosif Visarionovich Dzhugashvili, qué les das?
PS:
La portera
de mi casa
se purga con clorato de potasa.
En cambio
la de enfrente
se purga con clorato efervescente.
Son distintas las maneras
que tienen de purgarse las porteras.
Bada badún
badún, badún badún badera...
Una institutriz
ResponderBorraren Calahorra
tenía la nariz como una porra.
Otra institutriz
en Alicante
tenía la nariz como un guisante.
Hay que ver, no hay dos institutrices
que tengan de igual forma las narices.
Dicen de la Infanta
Doña Eulalia
que se rascaba la nariz con una dalia.
Cuentan de la Infanta
Doña Isabel
que se rascaba la nariz con un clavel.
Caray con las Infantas,
el daño que le hacían a las plantas.
MI TIA NO HACIA ESAS GUARRADAS.
BorrarCRISTINA BORBON DE URDANGARIN
Hola
ResponderBorrar¿Le has echado un vistazo a la piramide poblacional de Ucrania?
Es que sale más reflejada la Gran Guerra Patriotica que esa hambruna.
Las mellas coinciden con las bajs de guerra, los no nacidos por la guerra y los no nacidos a causa de ese dficit de nacimientos previos, siendo el escalon anterior mucho más amplio de lo que debería.
¿Existen censos fiables de esos años?
Es bueno recordar a aquellos que cuentan con la indulgencia de parte de la historia. Los comunistas fueron los mayores criminales que vio la Madre Tierra, pero se libraron de tener su Nüremberg y aun hoy algunos dice que "solo" se equivocaron (y no mucho) en los métodos.
ResponderBorrarGracias por recordar.
Saludos
Lo que no sé, Mon, es qué datos demográficos utilizas tú. Supongo que te basarás, como casi todo el mundo, en los censos de 1926 y 1937, que presentan dos problemas: el primero, que su adecuación a la realidad es difícil de establecer, porque en la URSS todo (también los censos) estaba sujeto a la propaganda. Así pues, si el Kremlin quería más población, eso es lo que tenía.
ResponderBorrarLa segunda razón es que del puro censo no se puede aislar el efecto de las migraciones y traslados de familias y trabajadores, que como sabes fueron masivos.
Por darte alguna referencia, te citaría los trabajos de Stanisval Kulchytsky. Según su modelo, entre 1927 y 1936, de mantener inalterado el movimiento de la población, Ucrania debió haber ganado algo más de cuatro millones de habitantes, cuando las propias estadísticas soviéticas establecen una pérdida de casi 550.000, de donde sale su cifra de 4,6 millones de muertos.
No, uso algo más sencillo, la piramide pblacional de 2005 que aparece en la wikipedia. 4000.000 de muertos en dos años deberían dejar más huella
ResponderBorrarEntonces no estás teniendo en cuenta las migraciones, que en la URSS fueron masivas.
ResponderBorrarTambien aqui se ven variaciones de población enormes, en los años anteriores a la Gran Hambruna
ResponderBorrarhttp://en.wikipedia.org/wiki/Demographics_of_Ukraine
Si pero si te fijas la piramide tien una forma de hucha casi clásica. con entalladuras más pronunciadas en las tres correspondencias que te comento. Además, la población femenina es muy superior, lo que no corresponde a una situación de catastrofe, donde palman los más debiles: niños y mujeres primero.
ResponderBorrarTampoco me explico como puedes limitar el número de muertos con una hambruna "dirigida". Si se confina a la población y se la somete a un sitio, no puedes limitar las bajs a un %. Rapidamente entra en juego las enfermedades por debilitamiento, aunque se restituya la normalidad. Si no hay un sitio , el que puede sale por patas, lo que produce tanto una reducción de población directa y una inducida por perdida de fertilidad. Y los que s epiran suelen ser los más jovenes y fuertes, lo que incrementa el efecto.
Vamos , que el hambre no es una bala. He buscado algun dato sobre hambrunas en otros sitios, pero nadie tiene la mala leche - aparte de que no suele haber censos fiables en Etiopia, India,..- de contar el decrecimiento de población y sus causas -emigración y muerte- en regiones sometidas a hambruna. Un 18-20% me parece poco para una situación que no puedes controlar.
No vas mal tirado. Salvo en eso de que el que puede sale por patas. En el caso que nos ocupa, no era tan fácil.De hecho, muchas veces era imposible.
ResponderBorrarY si he entendido bien tus comentarios, sigues teniendo el mismo problema. Estás mirando una pirámide setenta años posterior a los hechos que se estudian, y teniendo encuenta que la URSS fue un país en el que hubo muchas migraciones forzadas, normalmente de trabajadores que eran enviados a las plantas industriales de nueva construcción (unas tantas en Ucrania). Se me escapa cómo vas a poder averiguar qué parte de la «hucha» se debe al «seguimiento» en el tiempo de la población original de Ucrania (la que ya estaba allí en los años treinta). Pero, bueno, yo no soy demógrafo.
Ya, pero en las emigraciones hay que descontar que la II Guerra produjo una mortandad (masculina sobre todo) masiva desde Moscú hacia hasta Polonia ¿Cuanta gente puedes movilizar hacia una zona industrial? ¿100.000? ¿200.000? Hablamos de un mínimo de 30.000.000 de ucranianos. Afirmar una reposición que se note es aventurado
ResponderBorrarEs que escarbo en condicionantes económicos y no me salen las cuentas. ¿De donde saco un millón de obreros para meterlos en Ucrania? ¿De Moscú? ¿Donde los alojo sin que palmen a puñados? ¿Con que los sustituyo ó eran todos parados de otras fábricas?
Supongo que con la desmovilización habría material humano y mecánico para grandes historias, pero tambien había que rehacer medio pais.
Luego está el rastro. 25.000 muertos al día son muchos muertos para no dejar monumentales fosas osarios. La eliminación de cuerpos no estaba tan avanzada como lo llegó a estar con los nazis y los cuerpos humanos , quemados en modo brico arden bastante mal.
Por último en la página que te indico se ven variaciones de la población muy elevadas en la decada de los veinte, del orden de magnitud de la catastrofe, mientras que la evolución desde 1950 es bastante lineal salvo un periodo -1950-1960- donde un pico si puede indicar una emigración masiva seguida de una vuelta a la normalidad .
Como dices, esto es más un tema de demografía y arqueología, de conocer los movimientos de población población que de enfrentar propagandas contrapuestas: la de Hearst y los anticomunistas americanos y la de Stalin y los camaradas europeos.
Sigo viendo muy defectuoso el uso del hambre como arma como medio de castigo sobre tu propia población. Demasiados factores se pueden ir de las manos.
Y todo lo que te expongo es sin rebatir que hubo una campaña de castigo sobre los kulaks en la que se emplearon todos los medios posibles, acabando miles de ellos en Sibería ó repartidos por las Republicas Centroasiaticas, cuando no fusilados directamente si oponían la mínima resistencia y que el Padrecito no tenía la mínima consideración ni escatimaba medios para acabar con los que se oponían a sus deseos.
Mira, aqui tienes otra, más antigua de 1990, con lo que aparece gente que había nacido antes y durante la gran hambruna
ResponderBorrarhttp://www.nationmaster.com/country/up-ukraine/Age-_distribution.
Ahí se ve una anomalía en el grupo de gente que tenía entre 15 y 20 años durante esa etapa, pero valores lógicos en los mayores de esa edad y normales en los posteriores. Achacar los crecimientos a la inmigración y las fallas al asesinato no parece muy metodológico.
Bueno, ya te he dicho que no soy demógrafo. Pero sí hay demógrafos que han estudiado el asunto, como al menos a mí me parece que hay que estudiarlo, que es comparando la evolución normal intercensos de la época y la real (así es como, por ejemplo, se ha estimado en 570.000 los no nacidos en España por causa de la guerra civil) y las conclusiones a las que han llegado son las que yo he expuesto; hay diferencias sobre el número de víctimas; pero dudas sobre la producción de la hambruna, no las hay.
ResponderBorrarSobre el tema de los osarios no te puedo contestar porque ignoro si existen. No los he citado en el artículo, ni para sí ni para no, por la dicha razón.
Las movilizaciones forzosas en tiempos de la URSS no fueron de 100.000 o de 200.000 personas, sino de muchas más. Stalin exilió países enteros, como hizo con Chechenia, sin ir más lejos. Así que no te sorprendas de que algunos podamos pensar (pero son hipótesis, porque información, que yo sepa, hay poca, al menos publicada en inglés) que pudo haber desplazamientos masivos de personas. En el caso concreto de Ucrania, cuando menos sabemos tras terminar la II guerra mundial muchos polacos fueron forzosamente radicados en el país, así como ucranianos que vivían en Polonia.
La mortandad de la II Guerra Mundial, por cierto, no fue moco de pavo en Ucrania; algo más de 1,3 millones de personas, que se dice pronto. Lo cual, por cierto, me hace pensar que si la pirámide que has consultado aprecia variaciones en los años veinte y luego aguas tranquilas hasta los cincuenta, pues como que no lo entiendo, la verdad. Aún partiendo de la base de que la Holodomor nunca existió, supongo que no vamos a negar la existencia de la segunda guerra mundial y la invasión alemana de la URSS...
Poblacion de Ucrania
ResponderBorrar1905 30,837,300 31.6%
1926 26,020,300 −15.6%
1931[11] 23,263,000 −10.6%
1939 40,469,000 74.0%
1959 41,869,046 3.5%
Anomalias en la piramide 2005:
Población de 80-84 años : Nacidos entre 1920 y 1925 : Aparte de la hambruna, corresponden con los soldados de la II Guerra
Población de 65 a 69 años : Nacidos en 1935-40 : Pueden corresponder a una inmigración en 1950-1960 que se encuentra representada en la gráfica de crecimiento de población de la misma página.
Anomalias en la piramide 1990 ( Aqui todavía aparecen personas que vivían en la hambruna):
Nacidos en 1910-1915 y nacidos en 1915-1920, pero en 1920-25 1925-30 la cosa mejora, II Guerra mediante.
Igual sigue siendo una salvajada liquidar a medio millón ó un millón de personas, pero liquidar entre 4 y 6 - a los que hay que sumar los 1,3 de la II Guerra - es una catastrofe social, sobre todo con metodos no discriminatorios, como la guerra y las epidemias.
Y no conocia nada del Holomordor hasta que un idiota lo usó de la misma forma que en el Parlamento. Busque algo que aparecía basado sobre todo en testimonios y datos empiricos, editados la mayoría entre 1933 y 1955, casualmente, luego encontré otra visión , basada en archivos sovieticos - que tambien me cojo con pinzas- y me chirrían demasiadas cosas, para que la cosa no hay levantado más pasiones en el pais que la sufrió. 4-6 millones de enterramientos son muchos millones.
Fin
Pues sigue habiendo cosas en lo que dices que no entiendo, Mon.
ResponderBorrarEn la pirámide hay una anomalía en los nacidos en el lustro 1920-1925 que son, dices, los nacidos que estaban en quintas cuando llegó la guerra. Bueno, esto es un poco forzado, porque yo creo que el lustro siguiente (1926-1930) es más bien el puro-puro de la II guerra mundial; eso sin tener en cuenta que la invasión alemana fue una invasión de exterminio, así pues no todos los muertos fueron soldados.
Pero lo que más me sorprende es que detectes esa anomalía en el 2005 y en 1990 digas que «en 1920-25 1925-30 la cosa mejora, II Guerra mediante.» Es una huella demográfica curiosa, ésa que se muestra en el 2005 pero no en 1990. Parece una huella demográfica un tanto guadianesca, que aparece y desaparece sin que yo, al menos, en mi cabestrez, le vea la lógica.
Por lo demás, no sé por qué encuentras casual que la mayoría de los datos sobre la Holodomor se publicasen entre 1933 y 1955. La Alemania nazi y la guerra civil española son dos ejemplos de momentos históricos que han generado toneladas de libros de carácter testimonial; y los testimoniales (ojo, no los analíticos) fueron escritos, casi todos si no todos, durante los veinte años posteriores a los hechos. Es algo lógico.
Por lo demás, tampoco entiendo esa cita que haces a la falta de pasión sobre la hambruna «en el país que la sufrió». En términos generales, los genocidios son parte nuclear del debate social de los países que las sufrieron. Ocurre en Camboya; ocurre en Armenia, y anda que no ha llovido desde el genocidio turco-armenio; ocurre en Ruanda, donde recién se empiezan a publicar los primeros informes (por cierto, acusando a franceses y belgas). Y ocurre en Ucrania, donde son decenas, si no centenares, las organizaciones, instituciones de investigación, y el propio gobierno, que han desarrollado programas de información sobre la materia, muchos de los cuales son accesibles en internet (en ucraniano, eso sí).
Las fuentes soviéticas, a mi modo de ver, empiezan a ser interesantes ahora, que es cuando la documentación liberada para conocimiento público no es la documentación de prograganda. Eso sí, los mostrencos que sólo sabemos español y algo de inglés me temo que tendremos que esperar algunos años todavía.
Me sorprende que no se haga mención a que la resistencia campesina en el campo ucraniano fue protagonizada por los anarquistas de Néstor Makhno, ante soviéticos, miembros del ejército blanco y tropas extranjeras.
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