Comienzo hoy otra nueva serie de posts, que discurrirá anchurosa y pacífica como el río Orontes junto al Tigris de la historia de los partos. Así, con la variación, tendréis, más o menos, cada semana una aportación de cada historia, con alguna que otra novedad que ando preparando. Esta serie va dedicada a la subida al poder de Isabel de Castilla, operación que, no hay que decirlo mucho, fue fundamental para la Historia de España tal y como la conocemos.
miércoles, septiembre 11, 2019
lunes, septiembre 09, 2019
Partos (2: Tirídates y Artabano)
Otras partes sobre los partos
Los súbditos de Seleuco
Los súbditos de Seleuco
Como suele ocurrir en estas circunstancias, cuando a Antíoco las
cosas se le complicaron, se le complicaron bien y a tope. El
principal de los problemas que tuvo fue que un sátrapa sirio, a base
de ejercer el poder como le daba la gana, acabó por ambicionar la
idea de ser él su propio rey, sin sometimientos ni leches. Hablamos
del griego Diodoto, gobernador todopoderoso de Bactria. Diodoto tuvo
el gesto que hoy, principalmente, nos sirve para conocer las
veleidades monarquistas de alguien, esto es, la acuñación de
monedas con su esfigie y, de hecho, estableció casi sin problemas su
propio poder sobre Bactria, ya que en las satrapías apenas había,
por así decirlo, estructuras de poder federal. En el fondo, es
bastante lógico que la disgregación de aquella gran Siria, por
llamarla de alguna manera, comenzase por Bactria, pues era ésta una
satrapía que había sido tratada con mano dulce por los persas,
siempre conocedores de las ínfulas independentistas de los
bactrianos.