Entendámonos: a mí, el gesto de un líder político, que además va de radikal alternativo y bla, de regalarle al rey de su país, obvio epítome de lo tradicional y de toda la vida, la serie de televisión que le gusta, no me parece ni bien, ni mal. A lo largo del tiempo se han regalado cosas peores, por lo inútiles.
Lo que me preocupa del famoso gesto de Pablo Iglesias con Felipe VI es que viene precedido de diversas tomas de posición por parte del regalando, comentarios en tertulias, entrevistas y mitines, en el sentido de ensalzar esta serie creo que de la HBO, elevándola a la condición de fuente del Derecho en política. Algo de lo que hay que aprender. Eso sí que ya me preocupa más.
jueves, abril 16, 2015
lunes, abril 13, 2015
Richelieu (6: la llegada al poder)
Recuerda que ya te hemos contado los primeros pasos de la férrea voluntad de Richelieu, así como el estreno de Richelieu como político en los Estados Generales. Luego le hemos visto ascender a secretario de Estado, y después cómo el obispo eligió mal el bando, y estuvo a punto de irse por el desagüe de la Historia. Eso sí, inmediatamente comenzó a cambiar las cosas para llevarse bien con el rey.
Lo que
Richelieu no pudo evitar en la pacificación de las cosas en la
familia real francesa, pacificación que se obró en beneficio del
rey, fue que el favorito y valido de éste, es decir Luynes, lo reclamase como una victoria propia. Luynes, en efecto,
entendió la nueva Francia debía, antes que a nadie, beneficiarle a
él y a los suyos; razón por la cual, durante los meses que
siguieron al tratado de Angulema, sobre los Luynes comenzó a llover
una auténtica cascada de distinciones, títulos y prebendas; una
cascada de tal calibre que, para encontrar algo parecido en España,
deberíamos referirnos a la figura de Manuel Godoy.